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Pedir las cosas que quieres sentir




Ana, mi gran amiga de Cambridge la cual conocí hace un año, me pregunto: Amazonia, ¿cómo quieres celebrar tu cumpleaños? y me dio unas sugerencias como ir a jugar bowling o ir a comer. También un muy buen amigo me dijo, Amazonia quiero invitarte a cenar para tu cumpleaños, A donde te gustaría ir? 


Estas dos preguntas, me hicieron reflexionar acerca de que realmente quería para mi?, que estaba necesitando y cómo quería conectar con esta celebración esta vez. Me encanta celebrar mi cumpleaños y generalmente lo hago viajando. Para mi esta celebración empieza días antes y sigue días después.  Me conecto con la imaginación y lo que podía estar viviendo mi mamá y mi papá días antes de traerme al mundo. Empiezo como un estado de reflexión donde me pregunto: qué quiero dar en este nuevo escalón, que quiero darme, que quiero evolucionar y que experiencias me gustaría vivir, entendiendo que no hay mucho que controlar. 


Me conecte muy intensamente con la gratitud de esta bonita oportunidad que es vivir, y de todo lo que ha ocurrido en mi línea de tiempo, me conecte con la gratitud de los nuevos retos que se me están presentando, que me harán seguir creciendo y me conecte con la gratitud de no sentir que necesito mucho para celebrar la vida, sino seguir manteniendo esta paz interna que siento ahora mismo, y mantener conexiones que me hagan sentir amor y donde pueda ser yo. 

Lo que me llevo a hacerme esta pregunta que justo la hablamos en el huerto del Lector este domingo, ¿Qué estamos intercambiando en los encuentros? O Qué quiero intercambiar en los encuentros? La intención, volver a esa palabra mágica.


Le pedí a Ana, que quería que Marina nos diera una clase de Yoga y luego hacer un círculo para conectarnos con la gratitud. Le pedí que quería comida casera y simplemente compartir entre nosotros desde la intimidad. 




La pasamos divino, cada uno puso un granito de arena para hacer un encuentro donde no solo nos reunimos a comer como es lo típico de los cumpleaños sino que a través de las prácticas como el yoga o el círculo esta vez  mixto, terminamos soltando emociones, conectándonos con el poder de la respiración, inspirandonos a través de cada historia, conociéndonos un poco más, integrando el poder de la masculinidad y la feminidad, salieron lagrimas, salieron risas, se sintió amor, fue una celebración diferente y con mucha intención.


Últimamente he estado reflexionando sobre cómo, a través de celebraciones comunes como cumpleaños, despedidas de soltera o baby showers, podemos invitar a una conexión más significativa con las personas, sin caer en excesos innecesarios e invitar a conexiones más íntimas.

Doy gracias a las personas que me escribieron, me llamaron,  me mandaron videos y decidieron tener un acto de amor, agradecí el sol que salió en Cambridge ese día, Thomas y yo tuvimos una caminata llena de vitalidad. 




Agradecí poder explicarle mis necesidades a mi amigo y decirle, hey ¿Sabes que me haría realmente feliz? Que me cocinaras algo delicioso en tu casa y viéramos un documental que tenía muchas ganas de debatir con el. Al final terminamos cenando delicioso en el jardín, comidita casera, con fuego y cielo estrellado. 


Disfruté mucho el  proceso de la preparación, las conversaciones que surgieron en el supermercado acerca de cómo cada uno elige lo que compra, luego la preparación del fuego y el espacio para sentirnos cómodos. Valore mucho el espacio compartido desde la simplicidad y el lujo que representa comer comida casera. 



Siempre he  valorado el tiempo de calidad con una amistad o la familia, mucho más que cualquier cosa. Al final son esas memorias y momentos los que nos permiten construir nuestra vida y llenarla de celebración. Recuerdo ese cumpleaños en Venezuela, donde fui a pescar con Eduardo y Daniel, recuerdo mis quince años donde mis padrinos aparecieron con mariachis, recuerdo la piscina que mi mamá llenaba para celebrar los cumpleaños y nosotros jugando en el patio de la casa con la manguera, recuerdo el encuentro pasado en Oporto con mis amigas para celebrar mi cumpleaños, recuerdo mis 30s con Eva en Atenas un cumpleaños realmente inolvidable, recuerdo mis 26 años yendo a esquiar por primera vez. 


Gracias a todas las personas que me rodean y las conexiones tan bonitas que hemos creado. 


¡Sigamos celebrando la vida desde la gratitud y co-creando encuentros conscientes!



Amazonia Arroyo

Naked Woman

 
 
 

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by Amazonia Autana Arroyo

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